Desde el lamentable ataque del 11 de Septiembre del 2001 a las Torres Gemelas y como consecuencia de la incertidumbre creada, entidades públicas y empresas privadas comenzaron a tener mayor conciencia de la necesidad de la protección de sus bienes y activos. Actualmente, además de la legislación vigente, se han emitido una serie de normas internacionales que contienen requisitos específicos para garantizar la protección de cada uno de los procesos de las empresas y las infraestructuras críticas más relevantes. La norma ISO 28000 es una de éstas, la cual está tomando el carácter de imprescindible en instalaciones portuarias, aeropuertos, grandes centros comerciales, compañías de suministro de energía, empresas de transporte y sector ferroviario, para garantizar una estructura sistemática de acciones relacionadas con la cadena de suministro.